Descripción General
El municipio de Anievas se encuentra en la comarca de Pas-Iguña y pertenece al partido judicial de Torrelavega. La mayor parte de su término municipal linda al oeste y al sur con Arenas de Iguña. Su extremo norte limita con Los Corrales de Buelna y San Felices, mientras que su flanco este se comunica con el municipio de Corvera de Toranzo. Estos límites quedaron establecidos en 1822, año en el que se formaron los primeros ayuntamientos constitucionales y en el que Anievas se instituyó como tal.
Por su ubicación, el valle de Anievas es el punto central de la comunidad de Cantabria. Tiene una extensión de 21,5 km2 y cuatro son las entidades de población que lo conforman: Barriopalacio, Calga, Villasuso y Cotillo. Sobre este último, que dista 54 km de Santander, recae precisamente la capitalidad del municipio.
Su población se sitúa en 2019 con 267 habitantes y la tendencia de su evolución demográfica es regresiva, lo que se explica por la fuerte caída de la natalidad y los saldos vegetativos y migratorios negativos. La explotación ganadera y el cultivo del campo han sido a lo largo de su historia la principal fuente de ingresos; sin embargo, hoy en día es más frecuente la actividad mixta, esto es, que se alterne con el trabajo en empresas de municipios cercanos.
En su término aún se conservan edificios de notable interés artístico, como es el caso de la iglesia de estilo románico de San Andrés de Cotillo, que data del siglo XII. Además, en Anievas, lugar en el que en otros tiempos abundaron los hórreos, se mantienen ancestras tradiciones, entre las que destacan sus piteros y tamborileros, consumados maestros de este arte. Surcado por el río Casares, afluente del Besaya que riega de norte a sur el municipio, el paisaje de Anievas está dominado por los prados y pastos, fundamentales para el aprovechamiento ganadero.
Historia
Apenas hay testimonios en este territorio de la presencia humana en tiempos prehistóricos o en la Edad Antigua, salvo los vestigios encontrados en los municipios colindantes, concretamente en las cumbres que separan el valle de Iguña del de Toranzo. Restos de castros cántabros y de las operaciones de conquista romana dan fe de la importancia estratégica de esta zona como lugar de paso entre valles y entre la Meseta y el litoral cantábrico.
El valle de Anievas fue un distrito señorial, que permaneció en la Baja Edad Media ligado a la suprema jurisdicción de la Casa de la Vega, y en la época moderna a sus sucesores, los titulares de la Casa de Infantado. De hecho, la mención más antigua que se conoce sobre esta vinculación señorial y jurisdiccional es la que consta en una escritura de mediados del siglo XIV, concretamente del año 1345, en la que se precisa que Anievas pasa a ser señorío solariego de Garcilaso de la Vega, tras haber adquirido éste numerosos bienes en la zona.
A principios del siglo XV la jurisdicción de Anievas, junto a la de Iguña y Cieza, pasó a manos del almirante Diego Hurtado de Mendoza, uno de los hombres más ricos de la época, casado con Leonor de la Vega, dueña de media Cantabria.
El famoso ‘Pleito de los Valles’, que finalizó en 1581, influiría también en el futuro de Anievas. En aquel proceso, Reocín, Cabezón, Alfoz de Lloredo, Cabuérniga, Piélagos, Camargo, Villaescusa, Cayón y Penagos se oponían a la dominación señorial. Su demanda se hizo efectiva cuando la sentencia de la Real Chancillería de Valladolid dio su aprobación a la reversión a la Corona Real de los Nueve Valles de las Asturias, lo que significaba que el señorío y jurisdicción civil y criminal, así como la facultad de nombrar alcaldes, escribanos y merinos, correspondía a partir de entonces a su Majestad y a la Corona Real, y no a los señores que actuaban feudalmente.
Esta circunstancia dejaba reducido aquel señorío a la Villa de Santillana, Mayordomado de la Vega, valles de Cieza y Anievas, Marquesado de Argüeso y Liébana. Además, el hecho de que Anievas estuviera cercado por la jurisdicción señorial de los Manrique, titulares del dominio de Buelna, Toranzo e Iguña, convertía este valle en un característico islote señorial, vinculado a la Casa de la Vega-Infantado, pero con capacidad para la administración directa de sus bienes propios comunales, la elección de sus oficiales y la defensa de sus intereses. Precisamente es este carácter señorial de Anievas el que explica que no participara en el nacimiento de las primeras formas políticas representativas de ámbito territorial nacidas en las Asturias de Santillana: las Juntas de Puente San Miguel, que agrupaba a los Nueve Valles.
Los años transcurridos entre 1645 y 1778 maduraron plenamente el embrión que iba a posibilitar la unión de los valles, villas y lugares de la vieja Cantabria. El valle de Anievas se consolidó institucionalmente como uno de los enclaves singulares de la Merindad de las Asturias de Santillana a lo largo del Antiguo Régimen. Dotado de su propio órgano de gobierno, la Junta General o ayuntamiento del valle, este distrito, compuesto por los representantes de los concejos de Barriopalacio, Calga, Cotillo y Villasuso, participó de forma activa en las Juntas que dieron lugar al nacimiento de la provincia de Cantabria.
El valle de Anievas se convirtió en 1822 en ayuntamiento constitucional, con los mismos límites que tiene en la actualidad. En un primer momento estuvo integrado en el partido judicial de Ontaneda, pero en 1835 pasó definitivamente al de Torrelavega.
Personajes famosos
Tomás Castillo Herrera. Pitero. (Villasuso,1914) Durante más de medio siglo fue el pitero más acreditado de Cantabria y uno de los más genuinos representantes del folclore montañés. Perteneciente a una familia de origen campesino, ‘Tomasón’ o ‘El pitero de Anievas’, como también se le conocía. Se compró su primer pito a los 17 años y a partir de entonces comenzó su andadura en romerías y verbenas. Formó pareja, en un primer momento, con su hermano Cándido, y siguió su carrera después con su hijo Eduardo Castillo Andrechiga, con quien grabó el disco Jotas Montañesas.
La fama por sus aptitudes como pitero traspasó las fronteras de la región. Su actuación más sonada fue probablemente la que protagonizó en el teatro María Guerrero, junto a la bailarina Maienma, consiguiendo permanecer en cartel durante 13 días. A lo largo de su trayectoria actuó en varias ciudades españolas y con el recuerdo del éxito se retiró a finales de los setenta. (Fuente: Gran Enciclopedia de Cantabria)
Teresa González Quevedo. Religiosa. (Madrid, 1930-1950). Nació el día 14 de abril y a los seis días fue bautizada por Ignacio Navarro Canals, capellán del Rey. Durante su infancia la familia pasaba las vacaciones en Barriopalacio.
En julio del año 1936, estalló la Guerra Civil Española y se refugió junto con su madre y sus dos hermanos en la casa familiar de Barriopalacio hasta finales del año 1937. Por este motivo celebró su primera comunión en esta localidad cántabra.
En el año 1948, ingresó en el Noviciado de las Hermanas Joaquina de Vedruna de Carabanchel. En enero de 1950 se le detectó una meningitis tuberculosa, enfermedad por la que murió el 8 de abril de 1950 sin haber llegado a cumplir los 20 años de edad.
Como reconocimiento a esta religiosa, en marzo de 1960 se puso su nombre a una calle del madrileño distrito de Tetuán. Juan Pablo II proclamó, en 1983, Venerable a María Teresa González Quevedo, haciendo saber a toda la Iglesia Católica que María Teresa permanecía en la fidelidad al Evangelio de Jesús. (Fuente Principal: Gran Enciclopedia de Cantabria)
Patrimonio arqueológico
En 1996, se descubrió un amplio yacimiento sobre el monte de Espina del Gallego (968 m), localizado en la sierra entre los valles de Toranzo e Iguña. Se trata de un castro de casi 3,2 hectáreas de extensión, que, según sus investigadores, fue una importante fortaleza asediada por las legiones romanas durante las guerras cántabras. Algunos conocedores han querido identificarlo con el oppidum de Aracillum citado en los textos de Floro y Orosio.
El castro está rodeado por tres líneas de muralla y en él aparecieron fundamentalmente materiales arqueológicos romanos y apenas restos del nivel indígena. En la acrópolis se han descubierto proyectiles de catapulta, así como un barracón militar romano de unos 100 m de largo por 5 de ancho, con paredes de madera sustentadas sobre un muro de piedra y cubierta a dos aguas sostenida por postes de madera. En el interior del barracón se han encontrado tachuelas de sandalias y otros objetos, entre los que destaca un tesorillo de nueve denarios republicanos cuya cronología abarca desde finales del siglo II a.C. a la segunda mitad del siglo I a.C. En el exterior se han detectado también hornos de fundición.
La hipótesis planteada por los investigadores del yacimiento sostiene que el lugar debió de ser asaltado y posteriormente ocupado por el ejército romano. Teniendo en cuenta las dimensiones del barracón, éste pudo albergar a tres centurias de infantería o varias turmas de caballería auxiliar. El conjunto arqueológico que conforman los yacimientos de La Espina del Gallego, Cildá, El Cantón y Campo de las Cercas fue declarado Bien de Interés Cultural en 2002.
Naturaleza
Zonas bajas y laderas se alternan con los montes, no muy elevados, que conforman el paisaje de este municipio, nexo de unión de los valles del Besaya y del Pas. Especial atención merece el puerto de montaña conocido como ‘Alto El Portillón’, de 579 metros de altitud, por el que pasa la carretera que une Toranzo con Iguña. Al igual que éste, situado en la divisoria Pas-Besaya, se encuentra también la ‘Espina del Gallego’, una cumbre de 966 m, a la que se puede ascender desde San Vicente de Toranzo.
El paisaje de esta zona se corresponde con el típico de la media montaña cántabra, dominando los prados en el entorno de los núcleos de población y los pastos en las zonas más altas, orientados al aprovechamiento ganadero, una de las bases de la economía del municipio. No obstante, los montes que rodean a Anievas, denominados Pedralva, Gateras y Amagallos, contribuyen a diversificar el terreno al alternar matorrales, plantaciones y pequeñas superficies de frondosas autóctonas.
Además de lo citado, las manchas de bosque han quedado relegadas a algunas vaguadas, y es frecuente encontrar en este enclave de la cuenca del río Besaya algunas plantaciones de pinos. Asimismo, destacan las grandes matas de muérdago sobre chopos al lado de la carretera, en el término de Villasuso.
El valle de Anievas está surcado de norte a sur por el río Casares, afluente del Besaya, con el que se une en las proximidades de Las Fraguas, en Arenas de Iguña, y que actúa como eje de poblamiento.
Núcleos de Población
El municipio de Anievas comprende cuatro núcleos de población: Calga, Cotillo (capital), Barriopalacio y Villasuso.
Barriopalacio. Este pueblo debe su nombre a una residencia señorial desaparecida. Consta de los barrios de La Llanía, El Barrio, La Ermita, Campolafuente y La Venta. Dista un kilómetro de cotillo y está a 217 m sobre el nivel del mar. En Barriopalacio residió la religiosa Teresa González Quevedo(1930-1950)
Calga. Se encuentra a un kilómetro y medio de la capital municipal. Tiene una altitud de 320 m. Aquí se yergue la ermita de San Roque del siglo XVII.
Cotillo. Es la capital del municipio y está situado exactamente en el centro geográfico de Cantabria. Su altitud es de 258 m. Destaca de este pueblo la iglesia de San Andrés, construida hacia el siglo XIV siguiendo modelos románicos y declarada Bien de Interés Cultural en 1982. También aquí pueden verse numerosas casonas típicas montañesas.
Villasuso. Situada a 2 km al este de Cotillo, a una altitud de 297 m. Aquí se pueden ver la iglesia de Santa Eulalia, del siglo XVIII. Hasta fechas recientes se conservaban aquí los restos de un hórreo, construcción que antes abundaba en este valle. En Villasuso nació el pitero Tomás Castillo Herrera (1914)
Etnografía y folklore
LOS HÓRREOS.
En otros tiempos abundaron los hórreos en el valle de Anievas, y hasta no hace mucho se conservaba un ejemplar en Villasuso. En una finca cercana al río que pasa por el pueblo se encontraban los cuatro peyotes sobre los que se alzaba. El hórreo típico de este valle, que probablemente se puede extender al modelo predominante en la zona centro y oriental de la región, era el de tejado a dos aguas con entrada por el hastial.
El hórreo autóctono montañés es de planta rectangular. Se utilizaban como antiguos almacenes rurales cuya función era la de guardar el grano o cualquier otra semilla o producto agrícola para preservarlos de la humedad. Una característica común a todos los hórreos era la ausencia total de clavos en su construcción.
La unión de sus cuatro pilastras troncocónicas de piedra o de madera de castaño o roble con los cerramientos laterales y el tejado se realizaba mediante un complejo sistema de ensamblaje y, sólo en casos concretos, se empleaban espigas de madera. Barriopalacio fue uno de los lugares de Cantabria con más hórreos, sin embargo tampoco se conserva ninguno en la actualidad.
RELOJES DE SOL.
En la aldea de Villasuso se encuentran también los dos únicos relojes de sol que han sobrevivido al paso del tiempo: uno de forma rectangular apaisada, con semicírculo horario, enmarque y los números en árabe; y otro de un sólo cuadrante, sobre base de piedra rectangular y grabado todo en enmarque. Este último está situado en la cornisa de la casa de Tomás Castillo Herrera, más conocido como ‘El pitero de Anievas’.
PITEROS.
Otro elemento etnográfico de este valle fue la afición al pito y al tamboril. Aunque en el resto de la región era común esta práctica, al menos desde el siglo XIX los piteros de Anievas sobresalieron sobre el resto y se ganaron la fama, siendo considerados como auténticos maestros de este arte musical.
ARTESANÍA DE LA MADERA.
Las maderas autóctonas de la zona, como el sauce o el abedul, dieron lugar a una importante actividad artesana de la madera, de la que actualmente apenas persisten restos.
Fiestas Populares
- Un pueblo de Leyendas. El 2 de Agosto en Barriopalacio, fiesta basada en la mitología cántabra.
- Santa Ana. En Villasuso, el 26 de Julio.
- La Virgen de las Nieves. En Cotillo, el 5 Agosto.
- Nuestra Señora de la Asunción. En Barriopalacio, el 15 de Agosto, en estas fiestas se desarrollan varias actividades de todo tipo, religiosas, deportivas, culturales, infantiles.
- San Roque. En Calga, 16 de Agosto, fiesta que reúne en la pequeña ermita del pueblo a gran cantidad de personas dada la gran devoción que se tiene al Santo por esta zona.
Catastro de la ensenada